El Banco Central de Irán aprueba la creación de una criptomoneda respaldada en oro


El objetivo del token sería eludir el sistema bancario y financiero para evadir sanciones económicas.
La agencia de noticias Mehr, con sede en Teherán, informó esta semana que el Banco Central de Irán aprobó la creación de la primera criptomoneda del país asiático.
Shahab Javanmardi, funcionario de la Cámara de Comercio, Industrias, Minas y Agricultura de Irán, una institución sin fines de lucro establecida para facilitar el crecimiento económico y el desarrollo en el país, declaró que moneda digital será minada por un consorcio de empresas iraníes de IT y pidió al gobierno que emita las regulaciones para el sector de la minería del país.
Además, Javanmardi afirmó que “la criptomoneda iraní está respaldada por oro, pero su función es similar a la de las rivales extranjeras”. Y reveló que “el objetivo es facilitar el uso óptimo de los recursos congelados de los bancos iraníes”.
El anuncio no presenta una novedad, ya que Irán se ha estado preparando para lanzar su propia criptomoneda desde hace ya un tiempo. En julio pasado, los medios de comunicación controlados por el estado también afirmaron que una gran cantidad de empresas tecnológicas iraníes estaban desarrollando un proyecto de este tipo en cooperación con el Banco Central de Irán (CBI). Al mismo tiempo, el gobierno iraní también ha dificultado a sus propios ciudadanos el minado y comercio de criptoactivos, con un éxito limitado.
Las criptomonedas autorizadas por los gobiernos o incluso emitidas directamente por los Bancos Centrales de los países no son un concepto nuevo. Varios estados alrededor del mundo han estudiado la idea y algunos ya han testeado sus propios tokens. Suecia es un ejemplo. Se sabe que el país nórdico ha estado ideando la creación de una e-krona (corona digital), una versión digital de su moneda emitida por el Banco Central (CBDC), con la ayuda de compañías privadas de desarrollo de blockchain. Sin embargo, mientras que el país escandinavo está considerando la medida debido a su capacidad para apoyar la transición a una sociedad sin dinero en efectivo y otros factores económicos, el objetivo de Irán para su propio criptoactivo es muy diferente.
Al imponer sanciones económicas a otras naciones, los EE. UU. pueden disuadirlos de tomar acciones que desaprueban o incluso ponen de rodillas a un país enemigo sin disparar una sola bala. Irán ha estado en el extremo receptor de varias sanciones estadounidenses durante décadas y el desarrollo de la criptomoneda local debe verse en este contexto. En pocas palabras, el objetivo principal de cualquier activo digital iraní será eludir el sistema bancario y financiero establecido para evadir sanciones económicas.
El principal ejemplo de una criptomoneda creada específicamente para eludir las sanciones financieras es el petro venezolano. Al igual que el presunto token iraní, el petro venezolano también es un activo digital respaldado por recursos naturales, más precisamente petróleo, en lugar de oro. Cuando el presidente Nicolás Maduro presentó el petro al público en diciembre de 2017, afirmó que permitiría al país “avanzar en cuestiones de soberanía monetaria” y poner a disposición de Venezuela “nuevas formas de financiamiento internacional”.
Por el momento, estas promesas no se han materializado hasta ahora y muchos consideran al petro nada más que una estafa dirigida por un gobierno al que consideran corrupto. Por supuesto, la iniciativa tampoco fue vista con buenos ojos ni apoyada por los EE. UU., que se expresó en contra de la criptomoneda respaldada por petróleo: a los ciudadanos estadounidenses se les prohibió invertir en el token, y a principios de este año, el Departamento del Tesoro impuso sanciones a un banco ruso, que era la principal institución internacional que financiaba el lanzamiento del petro.
En EE.UU. no se toman a la ligera todos estos desarrollos y proyectos de criptomonedas. Es sabido el poder que puede perder si llegan a hacerse realidad y ser un éxito. Por tal motivo, hace apenas unos días, la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), un grupo de derecha con sede en Washington, DC, ha publicado un informe que advierte a los políticos estadounidenses sobre esta amenaza.
El documento del FDD detalla que Rusia, Irán y Venezuela han iniciado experimentos que sus líderes admiten que son herramientas para compensar el poder coercitivo financiero de los Estados Unidos. Afirma que el petro sirve como un caso de estudio para que otros regímenes aprendan qué no hacer, y que Rusia e Irán son fuertes aliados en un plan para desarrollar una moneda digital que podría utilizarse para el comercio fuera del sistema SWIFT.
El informe también se centra en el principal rival de la guerra comercial de Estados Unidos, China. Explica que el país desconfía de la amenaza siempre presente de sanciones contra sus funcionarios. Mientras que China está menos amenazada por las sanciones que otros adversarios en este momento, el FDD señala que desplazar la influencia estadounidense en el sistema financiero global es una prioridad nacional china. Advierte que el compromiso chino puede ser la mayor variable en los esfuerzos de resistencia a las sanciones y la participación del gigante asiático, si implicara trasladar su comercio a una plataforma de blockchain fuera del sistema convencional, sería un cambio de juego”.
El informe cierra con la siguiente conclusión:
“Washington, por lo tanto, debe comprender los beneficios y amenazas que representan las nuevas tecnologías financieras, mantener la integridad de las finanzas globales y cultivar la experiencia y la influencia para liderar en lo que se está convirtiendo en una carrera internacional de criptoactivos”.
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