Una moneda digital podría ser una buena idea para Argentina


El país podría sumarse a la iniciativa que ya está llevando a cabo Islas Marshall
Por Gonzalo Martínez Mosquera (h), colaborador invitado.
El 22 de Noviembre del año pasado escribí en este diario “¿Un CriptoPeso para Argentina?”. En ese artículo señalaba las ventajas que tendría emitir el dinero nacional sobre la tecnología de las criptomonedas para países como Argentina, con alta inflación y baja confianza en su moneda.
El 2 de Marzo pasado, Islas Marshall anunció que va a lanzar su moneda, el SOV (Sovereign), con un funcionamiento muy similar al propuesto en el artículo y sobre la misma plataforma mencionada.
Como introducción, Islas Marshall es un país muy chico, de apenas 50 mil habitantes distribuidos en más de 1000 islas que queda en el medio del Pacífico. Logró su independencia recién en 1979.
¿Por qué sobre Blockchain?
Como expliqué en otro artículo del 26 de Febrero pasado: “¿Son dinero las criptomonedas?”, las Blockchain no son otra cosa que archivos descentralizados que no maneja nadie en particular y por lo tanto no pueden ser alterados a piacere por un ente central como por ejemplo un gobierno.
Para economías con poca confianza en su moneda como Argentina, emitir su dinero sobre esa tecnología (la misma de las criptomonedas) puede ser una buena idea ya que le permitiría mantener su soberanía monetaria eliminado el principal incentivo del gobierno a emitir dinero, el Seigniorage (ver “¿Un CriptoPeso para Argentina?”).
¿Cómo va a funcionar en Islas Marshall?
La idea de Islas Marshall es que la cantidad de dinero (Base monetaria) crezca al 4% anual distribuyendo diariamente el 75% de esa emisión en forma proporcional a los tenedores de moneda. El 25% restante se usará para pagar el mantenimiento del sistema (validadores de la red Algorand, entes supervisores, etc).
Esa emisión del 4% y la distribución proporcional del 75% a los tenedores de esa moneda estará codificada en el “Smart contract” que lance esta nueva moneda y por lo tanto no podrá ser modificado por un ente central. Esta es la propiedad de las Blockchain que le da sentido a su uso y que generaría confianza en los tenedores de esa moneda.
Milton Friedman
El hecho de que la emisión suba un 4% anual está basado en la famosa propuesta de Milton Friedman que decía: “La emisión de dinero es muy importante como para dejársela a los bancos centrales” (cito de memoria). Ese 4% es, según Islas Marshall, el crecimiento del PBI mundial promedio estimado para los próximos años.
La idea de Friedman era que si la cantidad de dinero no se ajustaba de alguna manera a su demanda eso generaría una volatilidad que lo volvería un mal dinero, pensemos por ejemplo en una deuda en oro que puede subir o bajar de precio vs el resto de los bienes.
Por otra parte si se dejaba la velocidad de emisión al libre albedrío del gobierno, este tendría la tentación de emitir demás, generando inflación (según decía, “La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”).
Su idea en definitiva era que, como el crecimiento del PBI sería un buen proxy del crecimiento de la demanda nominal de dinero, podría fijarse de antemano un aumento de su cantidad en base al aumento del PBI estimado para el mediano plazo.
Una crítica al diseño “Friedman” de Islas Marshall
Más allá de si es o no una buena la propuesta de Milton Friedman, cuando uno emite dinero sobre una blockchain, deja de tener sentido definir una velocidad de emisión de antemano.
Pensemos que en la época de Friedman, el aumento de la base monetaria equivalía al seigniorage (toda emisión neta de dinero en algún momento era déficit fiscal), y por lo tanto podría ser tentador para el gobierno aumentar la emisión a pesar de generar inflación. Setear previamente la velocidad de emisión protegería a los tenedores de moneda generando la deseada confianza (y demanda) en la misma.
Pero con la tecnología blockchain ya deja existir aquella restricción. El sólo hecho de que la distribución de la emisión se haga proporcional a la tenencia de dinero de cada usuario (y no tenga que ser emitida vía déficit fiscal), y que esa propiedad no pueda ser modificada hace que desaparezca el incentivo del gobierno para emitir por encima de la demanda. Si lo hiciera, todos los tenedores de esa moneda verían compensada la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación con una mayor cantidad de ese dinero.
Como propuse en el artículo del 22 de Noviembre, lo más eficiente sería modificar la cantidad de dinero en base a los datos de inflación para evitar volatilidad de precios. Esta posibilidad es una de las razones por las que varios países están analizando las CBDC (Central bank digital currency o moneda digital del banco central).
Esta iniciativa de Islas Marshall podría ser el comienzo de una realidad cada vez más común para países con poca confianza en su moneda. Veremos si funciona correctamente. En caso de que dé buen resultado, creo que debería ser considerado por nuestro país para emitir su propio “CriptoPeso”.
Los conceptos, opiniones y descripciones vertidas en esta nota son responsabilidad del autor invitado. Cripto247 no se hace responsable por las opiniones, descripciones, conceptos e informaciones expresadas en esta nota.
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