El Banco de Pagos Internacionales vuelve a atacar a las monedas digitales

El director general de la entidad financiera habló sobre los riesgos de que los bancos centrales emitan sus propias criptomonedas
Agustín Carstens, director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI) también conocido como el “banco de los bancos centrales”, dijo que las monedas digitales del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) podrían socavar tanto la estabilidad financiera como la formulación de políticas monetarias.
En un discurso en Dublín la semana pasada, Carstens habló sobre los riesgos de que los bancos centrales emitan sus propias monedas digitales al público en general. Carstens, que anteriormente vinculó bitcoin a “una burbuja, un esquema Ponzi y un desastre ambiental”, dijo que una CBDC podría facilitar una corrida bancaria, permitiendo a las personas transferir dinero a cuentas en la autoridad monetaria de bancos comerciales, lo que socavaría el sistema.
“Otros inconvenientes de las CBDC incluyen posibles cambios en la forma en que las tasas de interés afectan la demanda de dinero del público y conducen a mayores balances del banco central, lo que requeriría una acumulación de activos que posiblemente afecte la liquidez del mercado financiero”, dijo Carstens.
Carstens dijo además que hay enormes consecuencias operativas para el banco central en la implementación de la política monetaria y la estabilidad del mercado tradicional.
“Los bancos centrales no frenan las innovaciones solo porque sí”, dijo. “Pero tampoco deberían acelerarse sin tener en cuenta todas las condiciones de tráfico”, añadió.
El año pasado, el jefe del BPI afirmó que las criptomonedas son activos, no monedas, ya que no cumplen con los tres propósitos del dinero: ser una buena unidad de cuenta, estar estable y ser adecuado como reserva de valor. En ese momento, dijo que si bien la tecnología blockchain puede tener aplicaciones útiles, producir dinero no es una de ellas.
“Los bancos centrales y los gobiernos deberían elevar el nivel de protección para los inversores y los consumidores porque mientras tanto, muchas personas se han visto afectadas por las criptomonedas”, dijo. “Además, los bancos centrales deben asumir la responsabilidad de fortalecer la legislación nacional contra el lavado de dinero y de las medidas contra el financiamiento del terrorismo internacional. Si bien los bancos centrales no son autoridades policiales como tales, todavía pueden mostrar cómo estas pseudodivisas sirven como vehículos para actividades ilegales”, concluyó.
Este artículo fue originalmente publicado en BlockTribune.